Pasa el tiempo y se recae en la malograda situación. Trasmutado lector, no recurras a los intereses, pues tu responsabilidad es no inculcar esa “vieja mentira” a esos jóvenes sedientos de gloria, pues son capaces de morir por ella. Tu responsabilidad es limitar y guiar a los hombres, no hacerlos caer.
Envías a tus compatriotas a una costosa misión en la que corren un creciente riesgo, y sin embargo luego no asistes a sus funerales.
* * *
Wilfred Owen tenía razón. Pero yo añadiría algo más a su postura: Es inútil el orgullo y luchar por otros. Hay que luchar por uno mismo y no solo como autorrealización. Dejemos las escisiones y la verborrea sin sentido.
La guerra hoy no es una variable a tener en cuenta, y más si implica responder a intereses vacíos y golpes entre hermanos.
¡Detente!
¡Está ocurriendo de nuevo!
¡Nos estamos consumiendo!
¿Dulce et decorum est pro patria mori?
¡Está ocurriendo de nuevo!
¡Nos estamos consumiendo!
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