sábado, 29 de mayo de 2010

Impresionismo

Es un paisaje soñado, un paisaje que nos enseña su gusto por la fugacidad, sus superficies borrosas y vaporosas, su gusto por el difuminado y la mezcla de colores intensos. Es la descripción de un momento visual en el que la luz y los colores dan lugar a una impresión de realidad.

El máximo exponente de estas características lo encontramos en la lluvia, el vapor y la velocidad que alcanzamos observando las vías desde una rocosa colina, justo donde se llega a fragmentar la luz en sus componentes cromáticos al buscar algo en la distancia.

Mas a la derecha se oye el rumor de un río, que al ser visto muestra culto a los reflejos, como si se tratara de un espejo, y a la abundancia de colores claros y brillantes, a la casi ausencia de negros. La espesura arbórea se aproxíma meciéndose por el viento como bailarinas de can-can, en una muda canción que solo es escuchada con las pupilas dilatadas.

Y es cercano a ella, en lo alto de la colina donde dos burdas sonrisas se desayunan en la húmeda hierba, ajenas a las refracciones, ajenas a la lluvia y al vapor que se aleja. Como si no hubiera mañana.

2 comentarios:

  1. Mucha razón tienes en gran parte de lo que dices.

    El empeño de la gente por suponerse cosas, creer a terceros e imaginarse situaciones sin haber preguntado al implicado o poder ver con sus propios ojos siempre termina dando problemas.

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