martes, 8 de febrero de 2011

¡A robar carteras!

Hay veces que te paras a pensar y te das cuenta que ciertas cosas se repiten todo el tiempo a tu alrededor. Unas veces son palabras o nuevos conocimientos que has adquirido y que se convierten de pronto en el tema del momento. Pero otras veces son simples “cosas” que te persiguen allá donde vas. Pero ya tratare ese tema en otra ocasión.

Actualmente, y no tan actualmente, hay un tema que esta en boca de todos, y no me refiero al asombro que me produce que se llame igual Dicaprio que una de las tortugas ninja (¿Coincidencia? No lo creo). Me refiero a la crisis.

La palabra crisis no tiene por que ser mala, se la suele asociar como algo negativo, la antesala al Fin del Mundo o algo similar. Pero su auténtica definición abre una puerta a cierta esperanza: y es que crisis significa cambio brusco o modificación importante.

Pero ¿Por qué es algo malo un cambio? No lo sé, pero unidas a esta palabra se encuentran “la crisis de los 30”, “las crisis políticas” o “las crisis financieras”. Es oír éstas palabras y más de uno se pone a temblar.

En éstos momentos estamos todos tocados por la última, y parece que el tema nos hermana de una forma bastante curiosa, hasta con el desconocido mas desconocido.

-Oye ¿tu a que te dedicas?

-Estoy en el paro.

-Si, ahora está todo muy mal.

-Ya te digo.

Odio las conversaciones estándar, y ésta se repite en cada rincón de la geografía española, casi sustituyendo al archiconocido: “Pues se ha quedado buen día”, con sus múltiples variantes. ¿Pero que vamos a hacer nosotros simples mortales a ésta situación? Desarrollar picaresca supongo, que de eso no nos falta a los españoles.

Como dijo un gran filósofo “¡A robar carteras! Que no hay pasta para comer”.

2 comentarios:

  1. Cuenta atrás para la crisis infinita. ;-)

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  2. Ay, ay, ay... Me resulta muy español el texto (para bien). Trafalgar, te resignas, pero poniendo buena cara. ¿Crees que la crisis supondrá el nacimiento de algún que otro Lazarillo de Tormes? Esperemos que no excedan los límites, como los que le dieron de hostias a Pedro Cruz, el Consejero murciano.
    Ojalá llegue pronto el día en el que volvamos a hablar del tiempo y no del paro en los ascensores. Tienes más razón que un santo.
    Tú queja es literaria, indirecta y elegante. Pero creo que nos tenemos que cagar un poquito más en la puta madre de algunos (en ocasiones, literalmente) para podernos hacer oir. Porque si no, el "a robar carteras" va a ser tan legítimo como no fumar en un establecimiento privado.
    Enhorabuena, Trafalgar.

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