viernes, 19 de noviembre de 2010

Hombre Respetable

Miralo con su traje italiano, que hombre tan bueno y saludable parece. Nunca llega tarde a la oficina, la gente al igual que con Kant pone en hora sus relojes al verlo pasar. A las nueve abre su despacho. A las cinco y media lo cierra. Justo a tiempo para cojer el mismo tren en el mismo vagón.

Es despertado cada mañana con la "balanza comercial". Sale a hacer footing por el barrio, y su sudor huele genial. Se ducha y abre su armario ¿Que corbata elegirá hoy? Sonrie y coje una, una elección maravillosa. ¡Y que dentadura tan perfecta tiene! hace juego su su inmejorable aspecto.

Mientras desayuna comprueba las facturas. Las lleva siempre al día. Recoje el periódico y se dirige a su coche. Parece que busca la información económica, y hoy hay buenas noticias, pues sus acciones han vuelto a subir, pero el ya lo tenía previsto.

Ha quedado a comer con su jefe, y el sábado tiene partida de golf con los accionistas. Desde luego nadie puede negar que es un hombre bueno y respetable. Se nota que trabaja duro y algún día quizá en unos ocho años logre tener un alto cargo, eso solo si todo sale según lo planeado y trabaja mas duramente aún. Solo tiene que dejar de lado un poco mas su tiempo libre, algo que apenas le queda.

Creo que al final no visitará a su madre la semana que viene. Lo primero es el deber.


Conforme nos vamos alejando los vivos colores que parecían acompañar cada una de sus acciones y movimienos nos advierten una mezcla de artificialidad y empolvamiento en blanco y negro.

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